La teoría de los 5 elementos del Feng Shui es uno de los pilares fundamentales de esta maravillosa filosofía.
Conocida en el Feng Shui como Wu Xing, esta teoría representa las leyes que rigen la vida y el universo y nace de la observación de la naturaleza.
La teoría de los cinco elementos del Feng Shui se refiere al continuo cambio y transformación que ocurren tanto en la naturaleza como en el transcurso de nuestra vida.
Cada uno de estos elementos representa una fase del cambio y los diferentes estados que se pueden presentar en una misma energía.
Los 5 elementos del Feng Shui que forman parte de todo lo que nos rodea son: el elemento Madera, el elemento Tierra, el elemento Fuego, el elemento Agua y el elemento Metal.
En la naturaleza y en el cuerpo humano también están representados, así como en los espacios que ocupamos.
La naturaleza, las fases lunares, las estaciones, el cuerpo humano, así como nuestras emociones y estados de ánimo están regidos por los cinco elementos del Feng Shui.
La representación de los cinco elementos del Feng Shui en la naturaleza
El equilibrio de los cinco elementos del Feng Shui está representado en la naturaleza, donde generan una constante armonía y belleza. Cuando observas paisajes naturales encuentras que allí están representados cada uno de ellos.
El elemento Metal en las rocas, el elemento Madera en las plantas, el elemento Tierra en los caminos por los que transitamos, en los ríos está el elemento Agua y el elemento Fuego está representado en la vida animal.
Cuando has tenido la oportunidad de estar en algún lugar de la naturaleza, ¿recuerdas lo que sentiste? ¿las sensaciones que experimentaste?
Compruébalo por ti mismo, ya que la naturaleza genera el equilibrio y la armonía de todos los elementos.
Y así como en la naturaleza, en el cuerpo humano también existe ese equilibrio armonioso y natural.
Los cinco elementos se representan en el cuerpo humano
Cada uno de los órganos de nuestro cuerpo está relacionado con los cinco elementos de acuerdo con la medicina tradicional China.
Estos elementos definen nuestra personalidad, nuestros sentimientos, emociones y estados de ánimo.
En nuestro cuerpo la representación del elemento Tierra sería el estómago, ya que en él se absorben los nutrientes de los alimentos que tomamos y se transforman en energía.
Nuestro corazón sería la representación del elemento Fuego, dado que su función es la de bombear permanentemente la sangre a cada una de las partes de nuestro organismo, transmitiéndole energía vital.
El elemento Metal está representado en nuestro cuerpo por los pulmones, que aportan oxígeno a la sangre.
Seguimos con el elemento Madera, el cual está representado por el hígado, que contribuye con más de 500 funciones vitales dentro de nuestro organismo.
Y finalmente nuestros riñones, que son la representación del elemento Agua. Son los órganos purificadores que filtran todo aquello que nuestro cuerpo no necesita y debe desechar.
Los anteriores son unos pocos ejemplos, porque existen muchísimas más correlaciones de nuestro cuerpo humano con los cinco elementos.
Por lo tanto, el equilibrio de ellos ejerce una fundamental influencia en nuestro estado de salud y su desequilibrio se manifestará como la enfermedad.
Los cinco elementos del Feng Shui también están representados en nuestras casas
Los cinco elementos del Feng Shui pueden generar estados de ánimo ya que poseen cualidades determinadas que influyen sobre las personas.
Todo lo que se encuentra en nuestras casas corresponde a cada uno de los elementos del Feng Shui.
El elemento Agua se encuentra en los objetos de cristal o en los colores Azules. El elemento Fuego en las velas, en los colores rojos y en la iluminación.
El elemento Madera está en las plantas, mientras que el elemento Tierra se representa en los objetos hechos de barro o los objetos de color marrón. Finalmente, el elemento Metal está representado en el color blanco y en objetos metálicos.
La forma como nos afectan los cinco elementos en nuestras casas
Es importante que en nuestra casa los cinco elementos estén equilibrados. Los desequilibrios, bien sea por exceso o por carencia de alguno de los elementos, puede afectar a quienes habitan la casa.
Por lo tanto, es muy importante conseguir el equilibrio entre ellos. A continuación, os mostraré cómo nos afecta el desequilibrio de los 5 elementos del Feng Shui en nuestra casa.
El elemento Madera
Está asociado con la vitalidad, el crecimiento y la flexibilidad. Nos aporta creatividad, expansión y frescura.
Si es utilizado en exceso, el elemento Madera puede generar saturación, confusión y dispersión. Por el contrario, su ausencia o una mínima representación puede crearnos dificultades para encontrar la inspiración y nos hará sentir estancados.
Las formas de incorporar el elemento madera a nuestra casa es a través de las plantas, sean o no naturales, los objetos hechos de madera o el uso del color verde.
El elemento Agua
Nos trae facilidad de adaptación, superación de límites, claridad y fluidez. Si lo usamos en exceso puede llevarnos a estados de melancolía, tristeza y hacer que nuestras emociones broten con gran facilidad.
Por el contrario, en su ausencia podríamos sentir que no fluimos con la vida, lo que nos llevará a situaciones de monotonía.
La forma de incorporar el elemento agua es a través de objetos de cristal y utilizando el color azul. Los cuadros de ríos e imágenes de tonalidades oscuras también lo representan, así como una pequeña fuente de agua.
El elemento Fuego
Está relacionado con la pasión por la vida, con la alegría y los emprendimientos. Nos aporta el coraje, la motivación y la valentía para comenzar nuevos proyectos.
Si estás emprendiendo nuevos proyectos, tienes nuevas metas o un nuevo negocio es recomendable que potencies el elemento Fuego.
Esto generará que todo aquello que estaba estancado, como una relación de pareja o un viaje que no has logrado realizar se reactive y fluya nuevamente.
Sin embargo, si lo usas por demasiado tiempo podría generarte hiperactividad o impulsarte a hacer las cosas de forma precipitada, lo que te producirá agotamiento.
Evita utilizarlo en exceso en los dormitorios de niños y adolescentes, dado que son edades en las que de por sí el elemento fuego ya está en exceso.
Podemos incorporar el elemento Fuego utilizando velas, una lámpara de sal o el color rojo. De hecho, está representado en la iluminación, el fuego de la chimenea y los fogones de la cocina.
El elemento metal
Nos aporta firmeza, constancia, perseverancia, sentido de justicia y orden, además de la sabiduría y la capacidad de reflexionar.
Cuando lo utilizamos en exceso podría llevarnos a ser demasiado introvertidos, excesivamente críticos y rígidos con los demás.
Su ausencia nos generará estados de postergación, indecisión, dificultad para tomar decisiones o terminar lo que hemos iniciado.
En nuestra casa podemos incorporarlo a través de objetos de metal, obras de arte hechas con piedra, objetos brillantes o con la gama de colores blancos y metalizados.
El elemento Tierra
Está relacionado con la seguridad, el pensamiento metódico, la estabilidad y el orden. Su exceso puede llevarnos a sentir monotonía, falta de energía, cansancio y preocupación.
En su ausencia notaremos que las cosas no terminan de concretarse bien, sea relaciones de pareja o negocios. Así mismo puede generarnos nerviosismo, ponernos irritables o hacer que nos falte comprensión.
El elemento Tierra lo vamos a incorporar con objetos hechos de barro, utilizando figuras de colores marrones, gamas de los colores amarillos o con formas cuadradas.